La mayoría de los episodios de lumbalgia están causados por daños en los tejidos blandos que sostienen la parte inferior de la columna vertebral, incluidos los músculos, tendones y ligamentos.
La parte inferior de la columna vertebral, también llamada columna lumbar, depende de estos tejidos blandos para ayudar a mantener el cuerpo erguido y soportar el peso de la parte superior del cuerpo. Si se somete a demasiada tensión, los músculos o tejidos blandos de la parte baja de la espalda pueden lesionarse y doler.
Aunque un tirón o distensión muscular puede parecer una lesión menor, el dolor y los espasmos musculares resultantes pueden ser sorprendentemente graves.
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Tipos de lumbalgia
En la zona lumbar existen dos tipos comunes de lesiones de los tejidos blandos:
- La distensión muscular se produce cuando las fibras de un músculo comienzan a desgarrarse por haber sido estiradas o utilizadas en exceso (lo que comúnmente se denomina tirón muscular).
- Un desgarro lumbar se produce cuando los ligamentos se estiran en exceso o se desgarran. Los ligamentos son tejidos fibrosos y resistentes que conectan los huesos entre sí.
No suele ser necesario un diagnóstico específico de desgarro de ligamentos o distensión muscular, ya que ambos presentan síntomas casi idénticos y reciben el mismo tratamiento. Este artículo se refiere principalmente a las distensiones musculares lumbares, pero también es aplicable a los desgarros u otras lesiones de tejidos blandos.
Inflamación y espasmo muscular
Cuando los tejidos blandos de la zona lumbar se estiran o desgarran, la zona circundante por lo general se inflamará.
La inflamación, o hinchazón local, forma parte de la respuesta natural del organismo a una lesión, en la que la sangre se dirige rápidamente al tejido lesionado para restaurarlo. Los músculos inflamados pueden sufrir espasmos, sensibilidad al tacto o calambres, y contraerse con fuerza, lo que provoca un dolor intenso.
La evolución de una distensión muscular lumbar
Los músculos de la cadera, la pelvis, los glúteos y los isquiotibiales ayudan a los músculos lumbares a sostener la columna lumbar. Cuando estos músculos se lesionan, puede sentirse dolor o tensión en la parte baja de la espalda y en las caderas o los glúteos.
Los síntomas suelen ser de duración limitada y siguen un patrón:
- El dolor es más intenso durante las primeras horas y días. Es normal experimentar un aumento del dolor con determinados movimientos o posiciones, como inclinarse hacia delante, hacia atrás o ponerse de pie.
- Se suele sentir un dolor moderado continuo y rigidez durante 1 o 2 semanas mientras los músculos se curan. Son típicos el dolor al realizar determinados movimientos (como cualquier movimiento que ponga en tensión la columna vertebral) o posiciones (como permanecer de pie durante mucho tiempo), la rigidez y la sensibilidad local.
En comparación con muchos otros tipos de lesiones de espalda, un tirón muscular suele ser fácil de diagnosticar y de tratar, y los síntomas suelen desaparecer en un plazo de 4 a 6 semanas. Algunas lesiones musculares graves, como un desgarro muscular completo, pueden tardar meses en curarse.