Una hernia discal cervical puede causar muchos tipos diferentes de dolor o ningún síntoma en absoluto. El dolor puede variar desde un dolor en el cuello, el brazo o la mano hasta un dolor de tipo eléctrico que se irradia a estas mismas zonas. A veces, también puede haber entumecimiento o debilidad del brazo o la mano. Aunque una hernia discal cervical puede tener su origen en algún tipo de traumatismo o lesión cervical, los síntomas suelen aparecer de forma espontánea.
El dolor y los signos relacionados con la hernia discal cervical suelen sentirse en un brazo o en el otro. Los síntomas pueden variar en función del disco que se haya herniado y de la raíz nerviosa que se haya pinzado o inflamado. En raras ocasiones, el dolor, hormigueo, entumecimiento o debilidad pueden extenderse a ambos brazos o a la parte inferior del cuerpo si la médula espinal está afectada. La pérdida de control de esfínteres también es poco frecuente, pero posible.
In This Article:
- Hernia discal cervical: síntomas y opciones de tratamiento
- Signos y síntomas de la hernia discal cervical
- Causas y diagnóstico de la hernia discal cervical
- Tratamientos de la hernia discal cervical
- Cirugía de columna para una hernia discal cervical
- Video de la hernia de disco cervical
Tratamiento del dolor de una hernia discal cervical
El dolor de cuello o brazo provocado por una hernia discal cervical puede ser pasajero y durar solo unos días, o bien puede hacerse crónico y durar meses o más. Es frecuente que el dolor aparezca y desaparezca, o bien que se agrave (en especial, durante determinadas actividades). Cuando el dolor de cuello o brazo se debe a una hernia discal, los síntomas suelen desaparecer por completo en un plazo de 4 a 6 meses, aunque el disco en sí no se cure.1Wong J. J., Côté P., Quesnele J. J., Stern P. J., Mior S. A. The course and prognostic factors of symptomatic cervical disc herniation with radiculopathy: a systematic review of the literature. Spine J. 2014; 14(8):1781-9.
La mayoría de los casos de hernia discal cervical pueden tratarse satisfactoriamente con tratamientos no quirúrgicos, como analgésicos de venta sin receta, fisioterapia para fortalecer y estirar el cuello, compresas de hielo o calor o modificaciones de la actividad para evitar los movimientos dolorosos hasta que el dolor haya disminuido. En ocasiones, puede ser necesario administrar esteroides orales o una inyección epidural o selectiva de la raíz nerviosa utilizando rayos X y contraste para ayudar a calmar el dolor y avanzar en la rehabilitación.
Cómo se hernia un disco cervical
En la columna cervical hay 6 discos intervertebrales. Cada disco cervical está situado entre vértebras adyacentes (una por encima y otra por debajo) para amortiguar los cuerpos vertebrales y ayudar a distribuir las cargas del cuello y la cabeza. Un disco tiene dos componentes básicos:
- Anillo fibroso. Esta capa externa resistente está formada por fibras de colágeno concéntricas, que hacen que el disco sea lo suficientemente fuerte como para proteger su capa interna blanda. El anillo fibroso ayuda a soportar las cargas pesadas de la columna vertebral y a absorber los impactos.
- Núcleo pulposo. Este interior gelatinoso es una red suelta de fibras suspendidas en gel de mucoproteína y protegidas dentro del anillo fibroso. El núcleo pulposo proporciona amortiguación adicional y flexibilidad para los movimientos.
Una hernia discal se produce cuando una parte o la totalidad de la capa exterior protectora se desgarra y parte del núcleo pulposo se filtra en el desgarro. Una hernia discal suele causar más dolor cuando el núcleo pulposo, que contiene proteínas inflamatorias, se sale del disco y llega a una raíz nerviosa cercana. Con menor frecuencia, una hernia discal puede filtrarse a la médula espinal.
¿Quién corre el riesgo de sufrir una hernia discal cervical?
El riesgo de desarrollar una hernia discal tiende a aumentar con la edad. Algunas estimaciones sugieren que es más probable que se desarrolle una hernia discal cervical entre los 30 y los 50 años.2 En la mayoría de los estudios se observó que el riesgo de sufrir una hernia discal cervical es mayor en los hombres1 , pero un estudio reciente sugiere que el riesgo puede ser mayor en las mujeres.3
Se calcula que la tasa de hernias discales cervicales en la población adulta oscila entre el 0,5% y el 2%.1 Sin embargo, muchos casos de hernia discal cervical pueden no ser diagnosticados, por lo que las estimaciones podrían variar en función de la población.
Situaciones en las que una hernia discal cervical es grave
En raras ocasiones, los signos y síntomas de una hernia discal cervical pueden empeorar gradualmente en lugar de estabilizarse y resolverse por sí solos. Si una raíz nerviosa cervical permanece pinzada o inflamada, puede producirse hormigueo, entumecimiento o debilidad en el brazo. Del mismo modo, si la médula espinal está comprimida o inflamada por una hernia discal cervical, pueden aparecer problemas para caminar, de coordinación o reducción del control de la vejiga o los intestinos. Estos tipos de déficits neurológicos requieren atención médica inmediata para evitar que empeoren o se conviertan en permanentes.