Tratamientos y prevención de las distensiones cervicales

La mayoría de las distensiones cervicales se curan por sí solas, pero encontrar el tratamiento adecuado puede ayudar a aliviar el dolor mientras se cura la lesión. En los casos en los que el dolor de cuello persiste durante más de unos días o en los que los tratamientos iniciales no proporcionan suficiente alivio, puede ser necesario el método de ensayo y error para encontrar la combinación de tratamientos que funcione mejor.

Tratamientos iniciales de la distensión cervical


Cuando el dolor de una distensión cervical aparece por primera vez, suelen probarse uno o varios de los tratamientos siguientes:

Modificación de la actividad

Dejar descansar el cuello o abstenerse de realizar actividades extenuantes durante un par de días puede dar tiempo al músculo o tendón para empezar a curarse y sentirse mejor. Intentar sobrellevar el dolor sin reducir los niveles de actividad podría empeorar la lesión y prolongar el dolor.

Terapia con hielo o calor

Se recomienda aplicar hielo en las primeras 48 horas de una lesión para ayudar a reducir la hinchazón. Después de 48 horas, puede aplicarse calor o hielo, según prefiera el paciente. El calor puede ayudar a facilitar la circulación sanguínea y aportar nutrientes curativos a los tejidos dañados. Debe mantenerse un paño entre la piel y la fuente de calor/frío para evitar dañar la piel, y las aplicaciones deben mantenerse entre 10 y 20 minutos con períodos de descanso entre ellas.

Analgésicos sin receta

Tomar medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno (por ejemplo, Advil) o naproxeno (por ejemplo, Aleve), reduce la inflamación, lo que a su vez puede reducir el dolor. Los analgésicos, como el paracetamol (por ejemplo, Tylenol), también pueden ser una opción.

Debe tenerse en cuenta que, aunque una distensión muscular en el cuello resulte dolorosa con la mayoría de los movimientos, no suele recomendarse reposo absoluto en cama ni collarín, ya que ello podría debilitar los músculos del cuello y alargar el período de recuperación.

Tratamientos para las distensiones cervicales que persisten


Si una distensión cervical dura más de unos días o tal vez otro problema subyacente en la columna cervical persiste y provoca espasmos musculares y dolor crónico, pueden ser necesarios otros tratamientos para un alivio adecuado. Estos son algunos ejemplos:

Fisioterapia

Un fisioterapeuta, fisiatra u otro profesional médico calificado puede diseñar un programa de fisioterapia dirigido a los músculos del cuello y de otras partes del cuerpo que necesitan fortalecerse y flexibilizarse. Normalmente, un programa de fisioterapia comienza con instrucciones sobre cómo hacer los ejercicios y estiramientos. Después de realizar gradualmente el proceso a lo largo de unas semanas o meses, el paciente continúa el programa por su cuenta en casa.

Manipulación manual

Un profesional médico calificado puede realizar ajustes manuales en la columna cervical (así como en la parte inferior de la columna) con el objetivo de volver a alinear las articulaciones, mejorar la amplitud de movimiento del cuello y reducir el dolor.

Terapia de masajes

Un masaje puede aflojar y relajar los músculos, así como aumentar el flujo sanguíneo a los tejidos dañados, lo que puede proporcionar cierto alivio. Algunos profesionales médicos combinan la terapia de masaje con la manipulación manual.

Acupuntura

Este tratamiento se basa en la teoría de que los flujos de energía desequilibrados (o bloqueos) en el cuerpo pueden contribuir al dolor y, por tanto, la colocación estratégica de agujas finas en el cuerpo puede restablecer el equilibrio de los flujos de energía y reducir el dolor. Aunque esta teoría no se ha demostrado científicamente, algunas personas afirman haber experimentado un alivio del dolor con los tratamientos de acupuntura.

Medicamentos recetados

Aunque es poco frecuente, a veces una distensión cervical puede requerir un medicamento recetado para proporcionar alivio. Por ejemplo, puede recetarse un relajante muscular a corto plazo para aliviar el dolor de un espasmo muscular especialmente fuerte.

Esta no es una lista completa de tratamientos para las distensiones cervicales, y el médico puede recomendar otros tratamientos.

Reducción del riesgo de distensión cervical

Aunque no todas las distensiones cervicales pueden prevenirse, algunas medidas básicas pueden reducir los riesgos.

• Mantenerse activo. Un estilo de vida físicamente activo mantiene todo el cuerpo relativamente fuerte y flexible, incluido el cuello. Además, realizar con regularidad ejercicios y estiramientos dirigidos a los músculos del cuello y del tronco también puede ayudar a mejorar la postura. Muchas distensiones cervicales son el resultado de una mala postura debida a una mala condición de los músculos del cuello.

  Ver Ejercicios para el dolor de cuello

• Empezar despacio. Al iniciar una nueva actividad o deporte, hay que empezar a un ritmo o con una carga de trabajo manejable y aumentar gradualmente con el tiempo. Es habitual sufrir una distensión muscular al realizar una actividad nueva o desconocida.
• Tomarse descansos. Los movimientos repetitivos pueden provocar distensiones musculares, incluso en el cuello. Hacer pausas o alternar actividades permite a los músculos descansar y recuperarse para evitar lesiones.
• Dormir bien. Encontrar la almohada, el colchón y la postura adecuados para dormir puede reducir el riesgo de despertarse con dolor de cuello. Sin embargo, cada persona es diferente, y puede ser necesario probar y equivocarse antes de decidir qué funciona mejor. Por ejemplo, dormir boca abajo es lo que más tensa las cervicales, pero no todo el mundo está de acuerdo sobre si es mejor dormir de lado o boca arriba. Asimismo, algunas personas prefieren una almohada cervical, pero otras pueden encontrar más comodidad con otras almohadas.

  Ver Directrices sobre colchones para la comodidad a la hora de dormir

• Centrarse en la postura. Sentarse y permanecer de pie con los hombros hacia atrás ayuda a mantener la columna vertebral en una alineación neutra. Acordarse de adoptar una buena postura a lo largo del día ayuda a minimizar las fuerzas que actúan sobre los discos intervertebrales y los ligamentos.

Una distensión cervical aumenta el riesgo de que se repita en el futuro. Además, intentar volver demasiado rápido de una lesión por desgarro cervical antes de que se cure puede empeorar la lesión y prolongar el período de recuperación.