Una fractura por compresión se define como una fractura que ocurre debido a la compresión del hueso en la columna vertebral.
La mayoría de las fracturas por compresión ocurren en vértebras que han sido debilitadas por la osteoporosis u otras enfermedades que debilitan el hueso, como el cáncer. La fractura ocurre cuando el hueso se ha deteriorado hasta el punto de que ya no puede soportar la columna vertebral en las actividades diarias.
Si bien las fracturas por compresión pueden ocurrir en cualquier parte de la columna vertebral, generalmente ocurren en la región torácica, que incluye las vértebras T1 a T12, o en la columna lumbar, las vértebras L1 a L5. Rara vez ocurren por encima del nivel T7 de la columna vertebral.
Las fracturas por compresión vertebral pueden ocurrir en una o más vértebras. Comúnmente, la fractura resulta en un cuerpo vertebral en forma de cuña, ya que el hueso en la parte delantera de la columna vertebral colapsa y pierde altura, pero deja la parte posterior del hueso sin cambios. Los síntomas de una fractura por compresión espinal pueden variar ampliamente. El primer signo es a menudo dolor de espalda severo y agudo que se siente mejor con el descanso.
El área alrededor de la fractura puede ser sensible al tacto. Aunque es raro, si la vértebra colapsada está comprimiendo uno o más nervios, el dolor puede irradiarse por el camino del nervio, como en el brazo o la pierna.
Otros síntomas comunes de la fractura por compresión incluyen dolor al torcerse o doblarse, pérdida de altura y una posición encorvada hacia adelante llamada cifosis.