La “cascada degenerativa” de un disco en proceso de degeneración

Los discos intervertebrales necesitan un suministro regular de nutrientes y oxígeno para soportar las tensiones y presiones cotidianas y repararse a sí mismos.

Descritas como una cascada degenerativa, las siguientes tres etapas de degeneración discal han sido propuestas por los investigadores y son generalmente aceptadas en la comunidad médica para proporcionar una visión de cómo se desarrolla gradualmente la enfermedad degenerativa de disco.

¿Cómo se vuelve dolorosa la enfermedad degenerativa del disco?

En la década de 1970, Kirkaldy-Willis describió por primera vez la cascada degenerativa. Este modelo ayudó a explicar los cambios normales que presentan todos los discos. Propuso que, tras una lesión por torsión del disco, el disco degenerativo sigue tres etapas generales.¹Kirkaldy-Willis W. H., Wedge J. H., Yong-Hing K., Reilly J. Pathology and pathogenesis of lumbar spondylosis and stenosis. Spine (Filadelfia 1976). 1978;3(4):319-328. doi:10.1097/00007632-197812000-00004

1. Disfunción. Pequeños desgarros circunferenciales en la capa externa del disco crecen hacia el interior. A raíz de la lesión, la movilidad puede verse limitada.
2. Inestabilidad relativa. El material interno del disco comienza a sobresalir hacia fuera a través de los desgarros, lo que provoca una disminución de la altura del disco.
3. Reestabilización. Se forman osteofitos en los márgenes del disco y las alteraciones discales se fijan. El segmento vertebral se reestabiliza y la disfunción disminuye.

Otros factores, como la pérdida de terminaciones nerviosas en los músculos cercanos a la columna vertebral, también pueden desempeñar un papel en la cascada.²Haig A. J. Paraspinal denervation and the spinal degenerative cascade. Spine J. 2002;2(5):372-380. doi:10.1016/s1529-9430(02)00201-2 A medida que el disco se reestabiliza, la movilidad se recupera y la lesión desaparece. Las lesiones discales pueden producirse con una frecuencia y una intensidad del dolor cada vez mayores, sin la incorporación de cambios en el estilo de vida y la práctica de ejercicio.

Ver Causas del dolor por enfermedad degenerativa del disco

Las etapas de degeneración pueden ocurrir a lo largo de un período de 20 a 30 años, con dolor menos probable y menos frecuente en la edad avanzada. Los adultos mayores de 60 años tienen menos probabilidades de sufrir dolor por discos degenerativos que los adultos de entre 30 y 50 años. El dolor por otras afecciones degenerativas, como la artrosis degenerativa o la estenosis espinal, es mucho más probable en los adultos mayores que el dolor por enfermedad discal degenerativa.

Ver Síntomas comunes de la enfermedad degenerativa del disco

¿Cómo el envejecimiento conduce a la enfermedad degenerativa del disco?

A nivel celular y tisular, el proceso de envejecimiento del disco también puede definirse como una cascada de cambios bioquímicos en tres etapas.³Vo N. V., Hartman R. A., Patil P. R., y otros. Molecular mechanisms of biological aging in intervertebral discs. J Orthop Res. 2016;34(8):1289-1306. doi:10.1002/jor.23195

1. Daños en el ADN y las proteínas. El equilibrio entre la formación de proteínas y su descomposición puede desajustarse, lo que conduce a la degradación de la matriz extracelular. Una matriz sana es fundamental para mantener la estructura del disco.
2. Respuesta irregular al daño. La señalización celular puede quedar mal regulada y conducir a la muerte celular, así como a un estado de detención en el ciclo de crecimiento celular.
3. Pérdida de estructura y función del disco. Los cambios derivados del daño bioquímico y de la respuesta inmunitaria subsiguiente pueden alterar el disco, por ejemplo, aumentando su rigidez.

El daño bioquímico puede inducirse con la ayuda de ciertos factores estresantes internos, como los radicales libres o los niveles bajos de glucosa, oxígeno y pH. Otros factores estresantes pueden proceder de la actividad diaria, como el levantamiento regular de cargas pesadas. Se puede evitar que los factores estresantes perpetúen la dolorosa degeneración discal haciendo ejercicio y comiendo alimentos saludables.

La enfermedad degenerativa de disco lumbar

La historia natural de la discopatía degenerativa lumbar o cervical es relativamente benigna. La degeneración discal es progresiva, avanzando a lo largo de los estadios de la cascada degenerativa con el paso del tiempo a distintas velocidades en función de múltiples variables. Los síntomas de dolor intermitente, como el dolor lumbar, también pueden parecer progresivos, pero el dolor no suele empeorar.

Ver Enfermedad degenerativa del disco lumbar

Es comprensible que el dolor lumbar a una edad temprana pueda ser motivo de preocupación. El estrés psicológico puede ser causado por la anticipación de que el dolor empeorará y confinará a la persona a una silla de ruedas en la edad avanzada. En la actualidad, el manejo del dolor y la actividad regular se pueden lograr y pueden proporcionar un resultado favorable.

A medida que avanza la degeneración discal:

• Todas las proteínas inflamatorias dentro del espacio discal eventualmente acabarán “quemándose”.
• El disco se endurecerá debido a los cambios en la estructura de las proteínas y en la matriz extracelular.
• Los micromovimientos disminuirán a medida que el disco recupere la estabilidad.

En una resonancia magnética, un disco en proceso de degeneración aparecerá de color negro u oscuro, a diferencia de un disco sano que tiene un aspecto más claro. La degeneración discal puede estar presente sin causar ningún síntoma de dolor lumbar; por ejemplo, cabe esperar que la resonancia magnética de una persona mayor muestre degeneración en todos los discos sin causar discopatía degenerativa.

La discopatía degenerativa suele ser difícil de diagnosticar, porque otros problemas lumbares, como una hernia discal, el dolor inducido por la articulación facetaria o la estenosis espinal, pueden causar síntomas similares. Los médicos suelen utilizar un enfoque combinado, evaluando la historia clínica, las pruebas diagnósticas y los signos y síntomas referidos, para llegar a un diagnóstico. La discografía, una herramienta diagnóstica controvertida y poco frecuente, puede utilizarse durante un tratamiento intervencionista o quirúrgico para confirmar qué disco es el que produce el dolor. Consulte Discografía lumbar para el diagnóstico del dolor de espalda

La investigación sobre la degeneración y el envejecimiento del disco intervertebral continúa, con el potencial de desarrollar tratamientos regenerativos y nuevos enfoques para el control del dolor.