En la actualidad, los colchones se ofrecen en una amplia gama de estilos y materiales, cada uno con sus propias ventajas y desventajas.

Factores para considerar a la hora de elegir un colchón

Al elegir un colchón nuevo, es importante tener en cuenta lo siguiente:

  • Nivel de apoyo. Por lo general, se prefiere un colchón más firme que proporcione a la columna vertebral un mayor apoyo, y algunos estudios observan los beneficios del uso de un colchón de firmeza media.1Burton A. K., Balague F., Cardon G., y otros. Chapter 2. European guidelines for prevention in low back pain: November 2004. Eur Spine J 15 de marzo de 2006, Supl. 2:S136–S168. www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3454541/pdf/586_2006_Article_1070.pdf Y Chou R., Qaseem A., Snow V., Casey D., Cross J. T., Shekelle P., y otros. Diagnosis and Treatment of Low Back Pain: A Joint Clinical Practice Guideline from the American College of Physicians and the American Pain Society. Ann Intern Med. 2007;147:478-491. doi:10.7326/0003-4819-147-7-200710020-00006. annals.org/article.aspx?articleid=736814&issueeno=7&atab=10#r76-6. Un colchón que proporciona apoyo la columna vertebral a lo largo de sus curvas naturales y la mantiene en la misma posición corporal que una buena postura de pie puede aliviar ciertos tipos de lumbalgia.
  • Problemas relacionados con un colchón duro. Aunque normalmente se prefiere un colchón firme, un colchón demasiado duro puede causar dolores y molestias en zonas de puntos de presión, como las caderas. La inflamación de la bursa de la cadera (bursitis trocantérea mayor) puede agravarse con un colchón demasiado duro. Las personas que duermen de costado, con puntos de presión como las caderas y los hombros presionados contra el colchón, también pueden experimentar molestias y trastornos del sueño por un colchón duro.
  • Compatibilidad con una cama ajustable. Una cama ajustable es una base que puede ajustarse a varios ángulos. Algunos colchones no son compatibles con las camas ajustables, por lo que es importante considerar las camas ajustables y los colchones en conjunto.
  • Los cubrecolchones de espuma (pillow-top) proporcionan una superficie más suave. Un cubrecolchón acolchado puede ayudar a crear una capa más suave en la parte superior del colchón. Los cubrecolchones están disponibles en una gama de suavidad y grosor y, en algunos colchones, incluso vienen incorporados. Los cubrecolchones están disponibles en una variedad de materiales con características variables. Por ejemplo, pueden incorporar un componente térmico que proporciona una terapia de calor relajante; los de lana natural son un poco más costosos, pero proporcionan calor cuando hace frío y refrescan cuando hace calor. Los cubrecolchones en forma de caja para huevos son más económicos, pero pueden utilizarse en el lado cálido y desgastarse con rapidez.

En general, se recomienda cualquier colchón o cubrecolchón que permita dormir bien, de modo que la persona se despierte descansada y sin dolor ni rigidez.

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Pautas sobre la posición para dormir

No hay reglas absolutas en lo que se refiere a las posiciones para dormir, pero las siguientes pautas generales pueden ser útiles:

  • La mejor postura para dormir suele ser acostarse boca arriba con una pequeña almohada de apoyo debajo de las rodillas. Esta postura ayuda a descargar la tensión de la columna vertebral y favorece la curvatura natural de la zona lumbar.
  • Para las personas que prefieren dormir de costado, es útil colocar una almohada entre las rodillas para reducir la tensión en las caderas y la parte inferior de la columna vertebral.
  • Para las personas que duermen mejor boca abajo, colocar una almohada plana debajo del estómago y las caderas puede minimizar la tensión sobre la columna lumbar.
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Las posturas al dormir pueden influir en la elección del colchón. Una persona que duerme boca abajo puede sentirse más cómoda en un colchón más firme, porque un colchón más blando puede hacer que la espalda se arquee. Sin embargo, las personas que duermen de lado pueden preferir un colchón ligeramente más suave que se adapte más al cuerpo.

  • 1 Burton A. K., Balague F., Cardon G., y otros. Chapter 2. European guidelines for prevention in low back pain: November 2004. Eur Spine J 15 de marzo de 2006, Supl. 2:S136–S168. www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3454541/pdf/586_2006_Article_1070.pdf Y Chou R., Qaseem A., Snow V., Casey D., Cross J. T., Shekelle P., y otros. Diagnosis and Treatment of Low Back Pain: A Joint Clinical Practice Guideline from the American College of Physicians and the American Pain Society. Ann Intern Med. 2007;147:478-491. doi:10.7326/0003-4819-147-7-200710020-00006. annals.org/article.aspx?articleid=736814&issueeno=7&atab=10#r76-6.

Dr. Richard Staehler is a physiatrist at the NeuroSpine Center of Wisconsin. He has more than 20 years of experience providing non-surgical treatment for spine pain.

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