La enfermedad degenerativa del disco lumbar, o discopatía degenerativa lumbar, es un síndrome en el que el desgaste relacionado con la edad de un disco intervertebral provoca lumbalgia.
Los discos intervertebrales son estructuras fibrosas y resistentes que actúan como ligamentos entre las vértebras al absorber la presión y proporcionar amortiguación a la columna vertebral. Los discos son flexibles, pero lo suficientemente resistentes como para facilitar movimientos como inclinarse hacia delante, hacia atrás y de lado a lado.
A pesar de lo que sugiere su nombre, la enfermedad degenerativa del disco no se considera una verdadera enfermedad ni empeora progresivamente con el tiempo. Los discos se endurecen de forma natural con el uso y la edad, y todo el mundo experimenta cierta degeneración discal. La enfermedad degenerativa del disco se refiere únicamente a la degeneración dolorosa de los discos y es frecuente que los síntomas se alivien a medida que la columna vertebral se estabiliza gradualmente.
In This Article:
- Enfermedad degenerativa del disco lumbar
- Síntomas de la enfermedad degenerativa del disco lumbar
- Causas y factores de riesgo de la enfermedad degenerativa del disco lumbar
- Diagnóstico de la enfermedad degenerativa del disco lumbar
- Tratamiento de la enfermedad degenerativa del disco lumbar
- Cirugía para la enfermedad degenerativa del disco lumbar
- Video sobre la enfermedad degenerativa de disco lumbar
Composición de los discos intervertebrales
Un disco intervertebral consta de tres partes principales:
- Anillo fibroso. El exterior del disco está formado por anillos concéntricos de colágeno que se retuercen y doblan a medida que se mueve la columna vertebral.
- Núcleo pulposo. El interior del disco es una mezcla gelatinosa de agua y proteínas que proporciona amortiguación entre los cuerpos vertebrales.
- Placas terminales cartilaginosas. Entre el disco y cada cuerpo vertebral hay una placa terminal hecha de cartílago que conecta el disco a las vértebras y actúa como un guardián al controlar el flujo de oxígeno y nutrientes en el espacio discal.
Las raíces nerviosas y los vasos sanguíneos solo penetran en la zona más externa de los discos vertebrales, lo que implica que los discos tengan poca capacidad de restauración e inervación. Los discos se nutren principalmente de la difusión de células sanguíneas a través de las placas terminales.
Un disco degenerado se caracteriza por una disminución significativa de la hidratación, lo que hace que el disco sea inflexible, más pequeño y más propenso a desgarrarse en el exterior. Cuando un disco se degenera, puede alterar la estructura y la mecánica de la columna lumbar, sobre todo en el segmento que rodea al disco.