Pautas de tratamiento de la enfermedad degenerativa del disco

Los principales objetivos del tratamiento de la enfermedad degenerativa discal son reducir el dolor de fondo y prevenir las reagudizaciones del dolor en la medida de lo posible. La mayoría de los casos de dolor discal degenerativo son manejables mediante una combinación de métodos de tratamiento del dolor, ejercicio/fisioterapia y modificaciones del estilo de vida.

Tratamiento del dolor

Un objetivo clave del tratamiento del dolor es mejorar la movilidad y reducir el dolor para que las actividades diarias y el ejercicio de rehabilitación sean más tolerables. El dolor de un disco con degeneración se suele atribuir a la inestabilidad, la tensión muscular y la inflamación, por lo que estas causes se deben abordar. 

Algunos métodos de tratamiento del dolor se administran en casa como prácticas de autocuidado, entre ellos: 

Medicamentos para el dolor

Los analgésicos de venta libre se dividen en dos categorías principales: analgésicos, como el paracetamol (Tylenol), y medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno (Advil), la aspirina (Bayer) y el naproxeno (Aleve). Estos medicamentos generalmente se recomiendan para dolores crónicos leves y episodios de dolor leve. Para episodios de dolor intenso, se pueden recomendar analgésicos recetados, como relajantes musculares y analgésicos narcóticos. Los analgésicos recetados generalmente se recetan para el dolor a corto plazo, ya que pueden ser muy adictivos.

Tratamiento con hielo o con frío

Aplicar hielo o una compresa fría en una zona adolorida de la columna vertebral puede aliviar el dolor al reducir la inflamación, lo que puede ser útil después de hacer ejercicio o alguna actividad.  

Terapia de calor

El uso de calor con una almohadilla térmica, una envoltura adhesiva, un baño caliente u otra fuente de calor puede relajar los músculos circundantes y reducir la tensión y los espasmos, que contribuyen en gran medida al dolor discal degenerativo. 

Unidades TENS

Una unidad TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea) es un pequeño dispositivo que envía impulsos eléctricos a través del cuerpo que interfieren y minimizan las señales de dolor. Una unidad TENS puede incluir un dispositivo que transmite las señales directamente sobre la piel, o un dispositivo que se conecta mediante cables a almohadillas de electrodos que se llevan sobre la piel, así como un mando a distancia que proporciona una gama de frecuencias para distintos niveles de dolor. 

Otros métodos de tratamiento del dolor deben ser administrados por un facultativo calificado, como los siguientes: 

Manipulación manual

Un quiropráctico o un especialista en columna vertebral puede ajustar manualmente las estructuras de la columna vertebral para aliviar la tensión muscular, eliminar la presión de una raíz nerviosa y aliviar la tensión en las articulaciones. La manipulación manual puede aliviar temporalmente el dolor y mejorar la movilidad, y en algunos pacientes ha demostrado ser tan eficaz como los analgésicos.¹Furlan A., Tazdi F., Tsertsvadze A., et al. Complementary and Alternative Therapies for Back Pain II. Evidence Report/Technology Assessment No. 194. AHRQ Publicación N.º 10(11) E007. Rockville, M. D.; Agency for Healthcare Research and Quality. Octubre de 2010. Consultado el 13 de julio de 2016.

Inyecciones epidurales de esteroides

Un esteroide inyectado alrededor de la capa protectora externa de la columna vertebral puede proporcionar un alivio temporal del dolor, lo que ayuda a mejorar la movilidad. Se pueden recomendar los tratamientos con inyecciones antes de un programa de fisioterapia, para que los ejercicios puedan realizarse de forma eficaz con el mínimo dolor. 

En muchos casos, es necesario el método de ensayo y error para determinar qué tipo de tratamiento funciona mejor. Debido a la naturaleza a largo plazo de la enfermedad degenerativa del disco, los métodos preferidos de tratamiento del dolor pueden cambiar con el tiempo. 

Ejercicio y fisioterapia

Los objetivos del ejercicio son ayudar a la columna vertebral a sanar y prevenir o reducir las recurrencias adicionales del dolor. Un programa de ejercicios para el dolor discal degenerativo suele incluir lo siguiente:

• Estiramientos. Los estiramientos específicos son útiles para reducir la tensión y mejorar la flexibilidad de los músculos de la columna vertebral. En el caso del dolor discal cervical, estirar los músculos del cuello, los hombros y la parte superior de la espalda puede aliviar el dolor; estirar los músculos de la parte inferior de la espalda, las caderas, la pelvis y los músculos isquiotibiales puede ayudar a aliviar la lumbalgia. 
• Ejercicios de fortalecimiento. Acondicionar los músculos para que soporten mejor la columna cervical o lumbar puede ayudar a proporcionar un soporte adicional a un segmento vertebral en degeneración, reduciendo el dolor y la inestabilidad. 
• Ejercicio aeróbico. El ejercicio aeróbico regular es importante para mantener una circulación sana y mantener activas las articulaciones y los músculos. Los ejercicios aeróbicos elevan la frecuencia cardíaca, lo que aumenta el flujo de nutrientes y oxígeno por todo el cuerpo, incluidas las estructuras vertebrales. Las opciones de bajo impacto se recomiendan para el dolor que empeora con movimientos bruscos o con sacudidas y pueden incluir una bicicleta estática, una máquina elíptica o ejercicios aeróbicos en el agua. 

Otra ventaja del ejercicio es que puede ayudar a reducir el dolor de forma natural, ya que libera endorfinas que actúan como analgésicos naturales del organismo. 

Los ejercicios se realizan mejor de forma controlada y progresiva bajo la supervisión de un fisioterapeuta, fisiatra, quiropráctico u otro profesional de la salud con la formación adecuada.

Modificaciones en el estilo de vida 

Los cambios pequeños y significativos en las rutinas diarias pueden ayudar a mejorar la salud en general, lo que a su vez puede mejorar la salud de la columna vertebral y los músculos. Estos son algunos ejemplos: 

• Evitar la nicotina
• Evitar el exceso de alcohol
• Beber mucha agua
• Incorporar el movimiento a la rutina diaria y evitar permanecer demasiado tiempo en una misma posición. Por ejemplo, ponerse de pie para estirarse y caminar cada 20 o 30 minutos en lugar de permanecer sentado durante un período prolongado.
• Utilizar mobiliario ergonómico para apoyar la columna vertebral, como sillas de escritorio ergonómicas, un escritorio de pie o almohadas especiales para el cuello. 

El objetivo de esta parte del tratamiento es proporcionar formación y recursos que ayuden a desarrollar un estilo de vida saludable, minimizando la tensión en las estructuras de la columna vertebral que puede causar o contribuir al dolor.